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Mar de Chukotka

(Texto completo. Publicado en 2018 por Op.Cit.  en soporte electrónico y por  Ediciones del Dock  en papel) Prólogo de Diego Colomba Diseño de tapa de Paula Albirzu Un canto físico por Diego Colomba  ¿Qué sobrevive de un nombre y un dato numérico exhibidos en estado de ruina? ¿Qué puede hacerse con eso que aún irradia algún sentido? ¿Para el beneficio de quién? Desde el principio, la ironía que pulsa en las páginas de Mar de Chukotka puede subrayar la sonoridad estrafalaria de un nombre y la absurda precisión de unas coordenadas para dar cuenta de lo que puede y no puede la poesía, pura potencia sin poder. Así las cosas, Mar de Chukotka resulta una zona geográfica cargada de referencias naturales, históricas y sociales y, al mismo tiempo, una porosa zona imaginada por la literatura, la filosofía, el arte y los sueños fallidos de los hombres comunes: en suma, un verdadero reservorio de imágenes —una enciclopedia— que nutre cada uno de los poemas y cohesiona el conjunto. Su estat

Entrevista / "La poesía es hace tiempo un género para adictos"

Gilgamesh: Poesía y poéticas Gilgamesh / Facebook Gilgamesh: Jorge, algunos rasgos de estilo que reconocemos en tu obra son el verso libre, una sintaxis despojada, un aliento materialista, todo lejos del lirismo de los románticos y cerca del ascetismo de cierta poesía estadounidense (pensamos en W. Stevens) y cerca también de los herméticos italianos, y un ir y venir entre lo culto y lo cotidiano. No quedan fuera las referencias históricas, un posicionamiento ético y filosófico y un anclaje fuerte en los devenires de la ciudad. ¿Podrías contarnos cómo has llegado a esas elecciones? ¿Qué de esas búsquedas formales se sostiene desde tu primer poemario hasta tus últimos libros editados? Jorge Aulicino: Seguramente llegué a esas elecciones al tanteo, influido por los poetas que leía, que eran, al principio, los autores del Siglo de Oro español, Neruda, Vallejo, Raúl González Tuñón, Prevert, Pavese, Juan L. Ortiz, etc. Pero en algún momento tuve una intuición, un sentimiento, una percepción

Poesía reunida: Una precisa oscuridad

Jorge Fondebrider Guaraguao año 27 N° 71 Barcelona, invierno 22-23 Desde hace un tiempo, muchas editoriales argentinas, sobreponiéndose a las superstición de que el único género rentable es la novela, descubrieron que la poesía, en ciertas circunstancias, puede vender tanto o más que la narrativa. De ahí a que se produjera algo así como una explosión de obras completas y obras reunidas hubo un paso que, efectivamente, se dio. Se comenzó por los poetas de las generaciones anteriores y, en cuestión de unos pocos años, hubo ediciones de la poesía completa de Jacobo Fijman, Joaquín O. Giannuzzi –acaso el poeta más influyente de las últimas décadas, editado en España por Sibila, de Sevilla–, Francisco Madariaga, Raúl Gustavo Aguirre, Edgar Bayley, Olga Orozco, Amelia Biaggioni, Juan Gelman, Francisco Urondo, Alejandra Pizarnik, Susana Thénon, Alberto Szpunberg, Héctor Viel Temperley, Hugo Padeletti, Arnaldo Calveyra, Juana Bignozzi, etc. Sin embargo, la lectura de conjunto entraña sus ries

Entrevista / Conversaciones con Jorge Aulicino

Flora Vronsky  para La Única - Buenos Aires, 2013 - Luz Marus y yo nos encontramos con Jorge Aulicino (1949), periodista y siempre poeta, en uno de los bares más kitsch de Palermo. Todo es raro a nuestro alrededor y eso conspira, pero a favor. Este antiguo cronista policial, director del emblemático Diario de Poesía y subdirector de Ñ hasta hace poco es una de las voces poéticas más importantes de la actualidad, además de impulsor de autores desconocidos a través de su blog Otra Iglesia es Imposible. La poesía no ha muerto y él es vivo testigo de lo capital que es todavía la creación de poéticas propias y comunes en la construcción de subjetividades. Con más de quince poemarios publicados, su enorme traducción de Dante y su última obra, Estación Finlandia , Jorge hipnotiza con su razón discursiva y con su razón poética, haciendo de la experiencia un escenario que es siempre nuevo. Graba con nosotras la entrevista que, por fortuna, se prolonga lo suficiente como para que el dueño del ba