Irene Gruss - Revista Ñ - 8.2.2013 "Es usted lo que ve”, pareciera seguir diciéndonos una y otra vez el autor, como lo hizo en un viejo poema, y más ahora, en esta suerte de comentarios, acotaciones (escolios) sobre distintos puntos que Jorge Aulicino toma a manera de citas. Citas tramposas o escondidas en sí mismas, claves internas en las que el yo no suele involucrarse sino todo lo contrario; esto es huir, huir del eterno e insoportable involucrarse, para mostrar “lo que ve”, lo que el lenguaje, bien lo dijo Paul Valéry, hace. Como esos blancos que su amado Cézanne dejó en sus últimas pinturas, el intento del autor es no decir de qué habla ni a santo de qué; mucho menos se apoya en el consabido bastón de la figura así como evita el puzzle para armar, si fuese ésta la palabra, un sentido. ¿Poesía abstracta?; por qué no. ¿Acaso el que busca ese sentido, el “qué me quiso decir”, no sufrirá los blancos que Aulicino nos deja? Y sin embargo, estos poemas transpiran y convierten el can
JORGE AULICINO: LIBROS ON LINE/ REFERENCIAS CRITICAS / ENTREVISTAS / OBRA TRADUCIDA