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Mostrando las entradas de diciembre, 2008

Comentario / El poema frente a la Historia

Eduardo Ainbinder - Perfil, Cultura - 7 de noviembre, 2008 Hay cierta unanimidad en la crítica que a partir de su libro La Caída de los cuerpos, (1983) hubo un punto de inflexión, un antes y un después en la poética de Jorge Aulicino. Y que además ese salto cualitativo se afianzó definitivamente en Paisaje con autor . Pero es a partir de la aparición   del poema “Himnos Corsarios” en un libro posterior, (1994), donde se me antoja se   produce el otro antes y después en su poesía, o por llamarlo de otro modo, el momento en que empieza a notarse la necesidad de abandonar el limitado sector del ángulo nor-noroeste de su escritorio, como ironizaba Bustos Domecq en una de sus crónicas, en favor de incluir en su mobiliario una mesa de trabajo más grande, dónde el poeta pueda desplegar por ejemplo, el trazado de una batalla o de varias, y enumerar la cantidad de elementos, de detalles, que se arremolinan en torno a los cuadros violentos de esas batallas. En “El insomnio de los soldados”, ot

Comentario / Asombros y pérdidas

Daniel Amiano -  adn cultura  - Diario La Nación -6 de diciembre, 2008 - Un discurso complejo, disperso, imprevisible le da forma a esta serie de textos que discurren para conformar un poema-río que desemboca en un nuevo nacimiento: el del designio del hombre, el desvarío de una humanidad que no aprende del espejo que genera. Entonces, habrá que empezar de nuevo.  En Cierta dureza en la sintaxi s, Jorge Aulicino elabora un discurso que plantea no sólo una ambición poética distintiva, sino también una búsqueda que profundiza el juego con el lenguaje que el autor ya había expuesto en libros como Hostias y La línea del coyote . El libro se construye de cara a una épica de la derrota. No la derrota como emblema, sino como destino irremediable, que se dibuja en versos como: " Te bastaba una ciudad coloreada por el guiño de la tormenta./ Ahora intentás pactar. Pero no hay con qué quedarse./ Entregarás un alma que no le sirve a nadie ". Aquí se expande el campo de batalla, y el res