Publicado en 1983 por El Lagrimal Trifurca,
Rosario, Argentina
Tu grandeza está en que no llegarás nunca
Goethe
I
Sudores diurnos
La fantasía propone jinetes blancos sobre una ladera seca.
La realidad propone una pared azulejada.
El cuadro propone un ganso degollado.
Todo es cierto.
Los argonautas mueren de neumonía
en una sala de terapia intensiva
pero hay serpientes marinas en sueños
y ciruelas impresionistas sobre sus mesas de luz.
Naturaleza muerta
¿Cómo era aquel jarrón?
¿Era azulino como las alas de un tigre?
¿Era un señor amarillo sobre un piano?
¿Era la mano transparente de Margarita Gautier?
¿Dedos de oro sobre la caoba?
¿Unos fuegos de artificio?
¿El cielo en el fondo de la casa?
¿Un jarroncito medio sucio?
¿Un frasco polvoriento?
¿No era?
¿Dónde poner entonces las comparaciones anteriores?
Fin de año
¿será el único que se entusiasme
con los restos de las fiesta?
botellas vacías en las veredas
pedazos de papel, bolsas de plástico derramadas
bajo el sol batiente junto a los árboles
¿será el único que sabe donde está la fiesta?
La realidad increada
el hombre convierte en caballo en ganso en pez espada
la sombra de su mano
las formas no son infinitas:
la casualidad está sujeta
sólo la cabeza puede naufragar
en una idea llevada hasta el fin
lo cual sería suicidio por alegría:
el hombre convertido por fin en otra cosa
semejante a nada
y en el aire a pesar de todo
un aire de feliz melancolía
En la laguna artificial
Volviendo de la pesca entre hojas negras
usted ha escuchado las campanas,
Lo que hasta ayer llamaba situación
se convierte en piedra entre los ojos.
Parado junto al charco ve ahora la lenta decantación del hierro.
No le pesa la tarde, habrá otra y otra más.
Cierta congoja: monedas en los bolsillos, tampoco pesan.
Volviendo de la laguna artificial con su carga de anguilas
ve ahora las cosas que suceden: el sol en el poniente
los pastos aplastados, moscas y vidrios en la arena.
Hay palabras que jamás tendrán sentido.
No espere compasión del clima: es usted lo que ve.
También esta noche soplará el viento seco.
(A Polo)
“Poesía eres tú”
ninguna mujer tremolará por tus poemas
escribirás en sal en vidrio en las
espumas químicas de esta tierra desastrada
y ninguna mujer enloquecerá por tus poemas
II
-recorrer un camino hasta el final es difícil, es arduo
-recorrer dos caminos hasta donde se pueda es más arduo y difícil
-inventar un camino es mucho más arduo
-amar el camino es lo más arduo de todo
-quedarse en casa es la prueba decisiva
“La poesía tiene una felicidad que le es propia” *
Sobre el pentagrama Haendel
señaló el momento en que comenzó a quedarse ciego
y el manuscrito yace ahora en su casa natal donde
el visitante es invitado a sentarse y escuchar el furioso advenimiento
/del Mesías
o lo que es igual todo es sacudido por la música
hasta los clavecines y los pisos donde Haendel jugueteó de niño
mientras la inscripción marginal señala que hay que cerrar los ojos
y pensar en la música del caos, algo
que ignoran los astronautas pero que para Haendel
fue quedarse ciego,
tentar el borde de la cama,
probar el vacío a cada paso
con el orinal en la mano por esos pasillos de Dios
---
* En una carta de Edgar Bayley, entrecomillado en el original
Michelangelo
Dios separó la luz de las tinieblas
y llamó Día a la luz y Noche a la penumbra
y yo soy un escultor a quien príncipes y Papas
confundieron con un topo sucio
agazapado bajo la bóveda de la Capilla Sixtina.
no conozco sino la muerte que me diste,
he nacido para la luz de la escultura
y soy maldito por el Papa que amenaza
con arrojarme del andamio
si continuo demorando la creación del Universo
- ¿pero qué podría crear Dios en esta posición? -;
me estalla la nuca pagarán los imbéciles
aguanten habrá dinero.
(He terminado, babbo, la capilla que estaba pintando:
el Papa satisfecho;
yo escupo la materia humana
porque aprendí a morir tu muerte);
se expanden luces en las sombras
y tinieblas en la luz cristalizada
donde quería sumirme:
la plenitud es una cuestión de formas
que non parlano, babbo,
dios no ha separado nada.
Jan Vermeer
si disuelvo a esa niña en su patio
a la matrona en el cuarto interior
a la mayor cota de disolución posible
¿tengo la verdad?
Digo, no es sólido nada, todo es corpuscular
y como llevo luz a la cuerpos, éstos
estallan silenciosamente y todos creen
estar viéndolos en sueños o en infancia
pero no: es ésta la realidad
no los sostiene amor ni índole mágica
andan juntos por estupor o retinas
mi amor, mi hija querida,
la matrona de la planta baja,
el patio egregio
llanto por el color de la luz
amor por el color de la luz
pasión por lo unido transitorio ilusorio
galaxias andan por allí por acá
los rostros galácticos las constelaciones corpusculares
confunden
lo que amamos
está
lo que amamos: explosión de la luz/realidad de la luz
El caimán se arrastra
una mosca camina sobre el banco de piedra
una mosca recorre el muslo blanco de la bella
nunca, verdaderamente, había visto una mosca
(A Pancho Muñoz)
Nada más confuso que el mediodía pleno
Midi le juste *
sobre el hombre cuarenta metros más abajo
y sobre las conclusiones de esta mañana
del primero sólo la gorra sobrevive
de las otras la honra
---
* Paul Valéry
Documental
Los biólogos empeñados en repoblar de tortugas
las costas de Bermudas descubrieron
que los bebés de las tortugas
necesitan cruzar por sus torpes medios
la playa del mar en el que se internan para crecer.
Observaron que de no cumplir esa travesía
no volverían al mar, maduros ya, y fuertes de navegaciones.
Pero las playas de Bermudas están infestadas de cangrejos
prodigiosamente blancos y feroces
en cuyas pinzas perecen algunos bebés tortuga
como tributo al medio atroz donde nacieron.
Los cangrejos tal vez pueblan en exceso las playas
pero los biólogos lanzan a los bebés a horas tempranas
cuando el sol no despierta a los cangrejos.
Es más que un acto de piedad burlar el sueño de las bestias.
III
Ave inmortal
¡Oh! criatura inmortal, tú no naciste
para morir a mano de los hombres
John Keats
contra la luz de mayo en sus vitrales
bécquer pelaba la última golondrina
contra la luz enorme de mayo
“No volverás, tal la fábula, no volverás”
decía
bécquer
esas palabras no fueron escritas
esto es bécquer necesitó comer
literariamente a la golondrina
nada dejó para el futuro
excepto este esqueleto que vuela
que revolotea contra los cristales
de mi propia ventana en marzo
esta golondrina pelada que demora la partida
Lo que aconteció a Lutero
“Ver para creer”, dijo Lutero
y como todo el mundo sabe
el Demonio apareció ante él
más como truhán mugriento
o como torcaza quemada
que propiamente como formulación teórica
que se desprende por su peso.
Y Lutero le arrojó un célebre tintero
con lo que no tuvo con qué
escribir una sola palabra más.
La enseñanza, la enseñanza:
Enfurecerse con los límites de la tinta
hasta invocar aquello que la tinta no nombra
da pésimos resultados. Basta pensar
lo que habrá sido de la vida de Lutero
en compañía de aquel esperpento.
Lo que ocurrió a un guitarrista
mal hace un beber de las ubres del mundo
mal hace en comer de la vida del mundo
tales los consejos brindados al guitarrista
que creía en el arte como re-presentación
de angustias, dolores, chispazos de eternidad
no morder la teta del mundo
no aceptar la leche del mundo
no trampear al cliente
le dijeron pero él siguió tocando
rodaban gigantescos los planetas
con el guitarrista adentro
y momias adentro y arrabales de penumbras
y el guitarrista decía “canto lo que es,
canto lo que está”
el viento del planeta le golpeaba las sienes
y el guitarrista decía “el que gira soy yo”
hay dos modos de resolver este poema:
el mundo aplastó al guitarrista
y el fundamento de su arte quedó mal parado
o más allá de su despropósito
la música rodó como gigantescas
rocas siderales abandonadas de su mano
y de toda mano terrestre
“Una mujer vestida de verde y un hombre vestido de gris”
no es un pino azotado por la lluvia
ni será nada para nadie en absoluto
la de ojos fríos y azules
porque literariamente toda mujer es impenetrable
deja un gusto a metal sobre la lengua
como una historia negra
(A Hammet)
La poesía era un bello país
lo que no lleva el agua lo que queda en la pileta
dando vueltas negándose girando resistiendo
cáscaras de un huevo peladuras de papas
lo que insiste en quedarse lo que no entra
basuras restos lavados resistiendo
lo que se pega y despega
lo lavado no chupado girando
las cáscaras lo exterior resistiendo
Ultima sinfonía
Sorprendido por mozart a las 9
en un callejón a bordo
de un viejo automóvil
miro el humo sobre los techos
el árido terraplén
un gato que se desentumece
junto a un poco de agua estancada
no se produce ningún cambio
aunque el aire pueda llamarse
-gracias a mozart-
matinal
la paz en la corrupción
por un momento sea
(A Marga)
El principio es el fin
Ese hombre está preso de una casa
pero no menta las paredes.
Está preso de sus pasos
pero no nombra el camino.
Ese hombre ama los pájaros que no anidan
y ama los nidos vacíos.
(A Guillermo Boido)
© Jorge Aulicino
Comentarios