Diego L. García - Fervor. Cultura de Buenos Aires, 10 noviembre de 2020
El río y otros poemas explora las posibilidades de una poesía de personajes. Sarmiento, Agamenón, Quevedo, Teresa de Ávila, Belgrano y otros interpelan el discurso historicista y las “verdades” de esos relatos (“Nada de un mísero instante puede ser narrado” dice con acierto un de los versos). La representación de estos sujetos implica ciertos puntos pensables desde la poética: a) que el texto puede articularse como impresión de la vida (y no expresión); b) que el “mundo de afuera” (cito del poema 13) pertenece también a las palabras; c) que las imágenes de la poesía son una sola (parafraseando a Octavio Paz), por más que se enfoque el ataque del almirante Brown o la lluvia sobre viejos adoquines. Pienso en las persistencias que se abren cuando una escritura se ha convertido en obra, en los modos que ese tapiz encuentra para seguir desplegándose; hay algunas definiciones que uno debe conceder, mecanismos que atraviesan y trascienden al mismo tiempo el trabajo escurridizo de la poesía. De alguna manera esa estructura es la que sostiene un algo más que las imágenes y sus caminos de pensamiento.
AULICINO, Jorge. El río y otros poemas, Buenos Aires, Barnacle, 2019.
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