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Mostrando las entradas de agosto, 2010

Entrevista / Sobre la épica y el realismo

ALEJANDRO ELISSAGARAY: - ¿ No le parece que en esa década comienza a devaluarse el sentido del lenguaje? JORGE AULICINO:- A mi me parece que en los noventa hay una reescritura de toda la tradición realista y coloquialista de los sesenta. En otros términos, digamos que tamizada por un conjunto de otras lecturas y experiencias, se percibe la influencia de la cultura norteamericana y del realismo. Se gira hacia un punto parecido al de los sesenta, digamos, en otras condiciones y con otras características. Por otro lado, la virtualidad y la sintaxis del inglés condicionan el lenguaje. No hablo de retorno, pero sí de reelaboración de una poesía que ahora es una nueva naturalidad, más abarcadora, más cósmica, más literaria. Lo que marca el ritmo y el pulso de la poesía de los noventa es el lenguaje fragmentado, el lenguaje de lo que pasa en la calle, del presente y no del pasado. Y el lenguaje de las computadoras personales y del mundo anglosajón, que es el de la industria del espectácul

Comentario / Del Estudio Preliminar a "Intersticios"

“Dios separó la luz de las tinieblas y llamó Día a la luz y Noche a la penumbra y yo soy un escultor a quien príncipes y Papas confundieron con un topo sucio agazapado bajo la bóveda de la Capilla Sixtina.” El poema hace referencia al magistral pintor y escultor renacentista italiano Michelangelo Buonarroti, encargado por Julio II en 1508 para pintar la bóveda de la Capilla Sixtina y que le demandó al maestro cuatro años en terminarla. La pintura al fresco contiene temáticas del Génesis. Sin ser devoto de alguna corriente en particular y lejano del pensamiento mágico que a lo largo de la historia acompañó el desarrollo de la mayoría de las creencias, el autor evidencia un marcado interés por la religiosidad. En nuestras conversaciones dice al respecto: “...yo no soy ateo; tampoco, agnóstico ni lo que se llama un hombre de fe. Tengo la certeza de que la materia está animada, por dioses o por alguna inteligencia, tal vez no tan certera como la creíamos... Algo en el mundo r

Dos de Garbeld

La retórica y el amor -¿Por qué es usted tan reticente a la retórica?- me interrogó Garbeld luego de que salimos de la botica y caminamos unos pasos. -No lo soy -dije. -Pues he notado que al hacer su compra solo dijo "ranitidina" -repuso Garbeld. Reí de buena gana, pero dejé de hacerlo no bien noté el temblor de su bigote, consecuencia de que bufaba ligeramente por la indignación. - Lawrence -le dije-, no se me hubiese ocurrido ningún recurso retórico para solicitar la ranitidina -me excusé. -Podría haber dicho: Señora, de vuestra gracia solicito el filtro que el Vesubio de mi estómago reduzca a plácida ceniza. Casi no podía evitar la risa y le dije, simulando tos: -Garbeld, admita que la empleada hubiese reído en el mejor de los casos. -Quizá porque usé una retórica caricaturesca, pero es un ejemplo -dijo. -Bien, pero aunque hubiese armado la mejor retórica, la habría desconcertado al menos. -O le habría trasmitido algo de usted que ella no olvidaría -dijo Garbeld.- Y