Ir al contenido principal

Comentario / El que espera lo peor

 Rubén Ríos - Perfil - Buenos Aires, 24 de abril de 2022


La “política” adopta una suerte de posición de repliegue y despliegue hacia el poema mismo como respuesta o resistencia ante aquello que amenaza con destruirla o reducirla a los lenguajes mainstream del consumo de masas


Poeta de renombre y traductor, miembro del comité de dirección del Diario de Poesía, subdirector de la revista cultural Ñ hasta 2012, administrador del blog de poesía en castellano Otra Iglesia es Imposible, Primer Premio Nacional de Poesía en 2015, Jorge Aulicino, además, escribe ensayos y no fáciles de clasificar en el ya de por sí incierto y vago género ensayístico. La mayoría de los textos, o de los artículos al menos, que componen Poesía y política fueron publicados en la edición digital del Periódico de Poesía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) entre 2015 y 2018 y, aparte de la brevedad, se caracterizan por tratar de temas “poéticos” (el entrecomillado alude a la polisemia del adjetivo) en constante tensión con la política, el mercado literario, las redes sociales, la cultura de masas, los poetas y la biografía del propio Aulicino. Más que otra cosa, si se quiere entender algo de estos reflexivos escritos, hay que sostener (y quizá contra el propio autor) que este libro presenta, en realidad, una “política de la poesía”.

  Estas nuevas comillas se dirigen poner en guardia respecto de que Aulicino no dice nunca eso, pero demasiadas veces lo hace o hace algo muy parecido, incluso cuando se refiere a películas, obras de arte, el comunismo soviético o la época en el que el poeta argentino y traductor Raúl Gustavo Aguirre (fundador de revista Poesía Buenos Aires) trabajaba en la Caja Nacional de Ahorro. Todo sucede como si, en un haz muy rápido de sentido, Aulicino tomara como pretextos los motivos tradicionales de la crítica cultural (la vanguardia artística y política, las estéticas mediáticas, el ocaso del teatro o la ópera, la emoción poética, la imagen visual y literaria) para -y en buena medida, metafóricamente- introducir de modo abierto o escondido, la poesía, mejor dicho, el acto poético, el poema y su forma de aparición, de circulación, de desaparición y olvido. Allí, en esa fenomenidad inexplicable o explicable a medias, es donde Aulicino esboza una relación compleja entre el poeta y la polis que bien puede llamarse “política de la poesía”.

  Ésta, por un lado, aspira a resumirse (es dudoso que lo logre) en una poética de lo sagrado y la epifanía, de lo inefable y lo milagroso, del mostrar más que del decir, del misterio más que de la revelación. Por el otro, y la asiste la historia de la poesía moderna, esta “política” adopta una suerte de posición de repliegue y despliegue hacia el poema mismo como respuesta o resistencia ante aquello que amenaza con destruirla o reducirla a los lenguajes mainstream del consumo de masas. Esto, además, en una época donde la poesía no alcanza el estatuto de producto comercial y se lee cada vez menos o en círculos minoritarios. El autor no lo ignora y tiende a exponerlo con el realismo de alguien que espera lo peor. Así y todo, ante este crepúsculo sin pena ni gloria se diría que invita (no más que eso) a doblar la apuesta por una poética que defienda a la poesía -citando la cita a W. H. Auden de Aulicino- “de la trivialidad decadente”. 

 Poesía y política / Género: ensayo / Ediciones Del Dock, 2021

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Almas en movimiento

(Texto completo. Publicado en 1995 por Libros de Tierra Firme) Sabe Júpiter que no es posible ni verosímil que la material corporal, la cual es combinable, divisible, manejable, contráctil, formable, móvil y consistente bajo el dominio imperio y virtud del alma, sea aniquilable ni en punto alguno o átomo destruible... Giordano Bruno, “La expulsión de la bestia triunfante” 1. Habitaciones para turistas Química blanca En el alba rancia, en la mañana, en la luz que amansa, sin embargo llegan sonidos incongruentes, como rugidos, relinchos, quejidos, y se diría abajo hay campo, un roquedal, el mar, el patio de un cuartel. El hombre parido de la noche intranquila al día no se molesta en mirar por la ventana: encontrará, sabe, la calle, los árboles de siempre. Recita en voz baja, canta, se baña. Filtrados por las cañerías, los conductos de aire, sintetizados con otros más lejanos de trenes y gallinas, estos ruidos sonarán a qué en otros cuartos. Ha

Entrevista / La idiosincrasia del idioma

Martín Bentancor -  La Diaria, Uruguay  - 15 de septiembre de 2023 - Cuando joven, Jorge Aulicino (Buenos Aires, 1949) se formó como poeta –signifique esto lo que signifique– en el Taller Literario Mario Jorge de Lellis, espacio al que también asistían otros escritores en ciernes como Irene Gruss, Marcelo Cohen y Daniel Freidemberg. Cuando joven, también, se propuso entender lo que decían los poetas italianos en su propio idioma, iniciándose así su derrotero como traductor que, con los años, lo llevó a verter al español a Cesare Pavese, Eugenio Montale, Pier Paolo Pasolini y Luciano Erba, entre otros, además de publicar, en 2015, su impresionante versión en tres tomos de la Divina Comedia. Como periodista, durante décadas fue un animal de redacciones en agencias, revistas, diarios y suplementos, y en 2015 recibió el Premio Nacional de Poesía. Desde hace 17 años administra el blog Otra iglesia es imposible, que se actualiza a diario con poemas de autores que conforman una lista kilométr

Texto Completo / Cierta dureza en la sintaxis

Cierta dureza en la sintaxis (Texto completo publicado en 2008 por Selecciones de Amadeo Mandarino) 1 Cierta dureza en la sintaxis indicaba la poca versatilidad  de aquellos cadáveres; el betún cuarteado de las botas  y ese decir desligado del verbo; verbos auxiliares,  modos verbales elegantemente suspendidos, elididos,  en la sabia equitación de una vieja práctica. ¿De qué hablás, de qué hablás? Pero si fue ayer... Fue ayer... Estabas frente al lago de ese río:  qué lejana esa costa, qué neblinosa y mañanera.  Lo tenías todo, no te habías arrastrado en la escoria  de las batallas perdidas antes de empezadas, no andabas en el orín de estos muertos... Lo comprendo, no era el Danubio, era el Paraná que marea porque viene del cielo cerebral, pero aun así... ¿Se justifica la alegre inacción, el pensamiento venteado? Abeja: la más pequeña de las aves, nace de la carne del buey. Araña: gusano que se alimenta del aire. Calandria: la que  canta la enfermedad y puede curarla. Perdiz: ave embus